Crítica al cuento Mano de Acero 

Autor: Pablo Banegas

PRIMERO: quiero agradecerte la publicación de 1955 y UNA MONEDA DE NIQUEL.

SEGUNDO:  hacer una referencia sobre "c_a_aguirre@yahoo.com.ar" 28 de Febrero 2001 Neuquen Argentina. Estoy causando furor. El dice "...pero no por eso voy a mentir una opinión..." y se le agradece su apego a la verdad . Después dice "Para ser justo, leí los cuentos de Vanegas y 1955 me gustó y el otro me pareció una pavada." Honestamente no entiendo ese fanatismo judicial del compatriota neuquino, a no ser que él sea un Juez de la república y tenga que impartir justicia obligatoriamente. En mi caso estaba bien con que opinara sobre mis cuentos, no que hiciera justicia.

Soy un convencido de que la gente que vive en lugares como Neuquén tambien puede y debe opinar, al fin y al cabo ellos tambien son argentinos. ¡Que carajo!

TERCERO: Debo confesar que me cuesta mucho leer de la computadora; eso comprende: bajar, copiar, imprimir, etc. Pero opiniones entusiastas vertidas en esta tribuna sobre un cuento MANO DE ACERO O LA ENCRUCIJADA despertaron en mi una sincera curiosidad. Los que escribimos (y en especial los que escribimos cuentos) con ansias queremos encontrarnos en los otros. Parecernos al reflejo (al reflejo solamente) de Chejov, Quiroga, Carver. Profundizamos las historias muchas veces en detrimento de los personajes. Ansiamos (¿añoramos?) el final sorprendente, la vuelta de tuerca. Buscamos la "perfección". Y con profunda honestidad digo que por su repercusión creí que Mano de acero se trataba de lo que tanto busco y ansío; y sólo me encontré con otro "Guevara-Garmendia".

El texto de Santiago Mármol desde el principio vulnera las reglas clásicas del cuento, cosa que no lo hace precisamente original o transgresor, sino más bien vulnerable. "Cuando supo que el "María Luisa" ya estaba en altamar y que en pocos días arribaría al puerto, absolutamente nada cambió en el movimiento habitual del pequeño pueblo costero". Creo que hablar de la importancia del principio en el cuento es innecesario. Seguramente, Mármol, diciendo que "absolutamente nada cambió", quiere prepararme para lo contrario, pero es tan ineficaz que no sólo no logra lo que se propone; sino que abiertamente no logra nada. Doy dos ejemplos de principios (que deliberadamente pertenecen al "subgénero" cuentos de boxeo):

"Qué le vas a hacer ñato, cuando estás abajo todos te fajan."  TORITO, Julio Cortázar. "Perdoname, pibe, está pensando Ortega, abrazado a las piernas del muchacho." NEGRO ORTEGA, Abelardo Castillo. Sugiero a Mármol la lectura de los cuentos de Hemingway.

En la extensa primera oración del texto de Mármol se puede entrever ya el  lenguaje anodino que afecta a todo, ese tal vez sea su mérito, nada se salva de la estupidez y la vanalización. Palabras como "altamar", "costero", "pobladores", son precisamente aquellas palabras que el escritor debe espantar de su texto, y sólo usarlas si ya no hay más alternativas y siendo plenamente consciente del valor de cada una de ellas en relación con el conjunto de lo escrito (pero insisto, Mármol logró algo compacto, homogeneo, muy parecido a una pastafrola).  Más adelante encontraremos, "bonachón", "pugilato", "Bodegón". Y hay una frase de antología que lo resume todo: "Ahora se dedicaba a trabajar en la carga y descarga de bolsas de cereales en el puerto...", más allá del horror de la conjugación verbal, más allá del  estereotipo (hombre "rudo" trabaja en puerto, va a bodegón y pulsea con hombres "rudos"), ¿qué me importa que las bolsas tengan cereal? Como lector me da lo mismo  bolsas o adoquines. El lector ya sabe que en los puertos las bolsas se cargan y descargan, no hace falta recalcárselo: "Zubillaga trabaja en el puerto", es lo único que hay que decir. Yo ya imagino que no es empleado administrativo y si lo fuera no cambiría nada, yo quiero (necesito) llegar al final de la historia porque es un cuento, pero la impericia del autor insiste en poner obstáculos.

Sigo leyendo y no puedo creer lo que leo.

La construcción del personaje francamente da pena: alguien que tiene cincuenta años (aprox), que ha boxeado toda su vida, que se comió una piña de nada más y nada menos que de Martillo Roldán, (no entiendo porqué Martillo está entre comillas), que trabaja en el puerto y va a los "bodegones" ¿a consumir qué?, Naranjín. Digo, que alguien que llega a los cincuenta años después de esas contingencias, lo mínimo se caga, se mea encima y se babea, por no hablar de coágulos en el cerebro, falta de dientes, dificultades motrices y en el habla; aspectos evitados tal vez por una cuestión de buen gusto y que van más allá de los recortes de revistas y nariz ancha que concede el autor como marcas del "rudo"  pasado "pugilístico". Esto puede deberse, también, a que el autor muestra una predilección por lectores que elogian sus descripciones "impresionistas" y "bucólicas", como si las dos cosas fuesen lo mismo. Y entonces el "rudo" boxeador, es una especie de Minguito Tinguitela, bonachón, que se palmea fraternalmente con sus fieles amigos y que tiene una madre "con sabiduría de anciana" (y nos recuerda, como si todo lo escrito hasta ahí no fuese suficiente para saber con qué bueyes haramos, que el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo; falta que intercale alguna frase del viejo Vizcacha y le damos el premio). Siguiendo con la santa madrecita, quiero decir que él ("rudo ex pugilista") la adora y encima la protege del "rudo" frío:

"-Venga adentro, viejita... está refrescando.", dice en una de las líneas de diálogo más enternecedoras.

El autor parece desconocer lo que él mismo escribe (si no corregís, por lo menos antes de seguir escribiendo te conviene releer lo ya escrito, Mármol): "Nunca había sido de dialogar profundo con ella...", nos dice, y a continuación detalla los temas sobre los que "dialogaban": trabajo en puerto,legumbres y hortalizas, escándalos políticos y chusmerío del barrio, sólo les faltó, como se ve, discutir sobre El ser y la nada o Física cuántica, el autor tiene una particular interpretación de lo que es no hablar. Hay una completa descripción de la madre, ¡y con sólo observarla un instante, ojo!, ¡es mundial!. Sin moverse un centímetro de donde está  ve a su madre de frente, espalda, perfil, abajo y arriba. Sabemos de su frente cortada por las arrugas, caderas envejecidas, la "falda" roja (yo conozco mujeres que usan polleras, falda en argentina nunca vi que usaran), pañuelo, bufanda dormida, delgados brazos, tobillos desnudos (quiere decir que no usa medias, por eso se explica que la vieja tenga frío). ¿Y qué decir de la edad de los zapatos?, (cinco años). Nada, honestamente me daría mucha vergüenza decir, siquiera en broma, algo sobre esa línea.

No terminé de leer el texto, tengo muchas lecturas pendientes como para seguir perdiendo el tiempo. No creo que el final, que desconoceré hasta el fin de mis días, de esta mala copia de algo ya de por si horroroso, como  la telenovela "Campeones de la vida", pueda modificar mis fantasías. Y si uso mi tiempo para hacer este comentario, es porque creo que se debe difundir que para escribir debemos ser honestos y responsables. Hay muchas formas de no ser ETICOS, escribir con pretensiones y mal es una de ellas, es imprescindible estar alerta para no ser uno mismo el que transite por este camino.

Nuestros amigos y familiares son piadosos con nosotros  y sus juicios, bien intencionados, no nos sirven, hay que descartarlos. La computadora engaña: se escribe rápido y prolijito y creemos que está bien escrito (lo de "prolijito" es del libro SER ESCRITOR, de Abelardo Castillo, lectura por demás recomendable para el autor de "Mano de Acero..." , sobre todo porque allí se incluye el decálogo de Quiroga, de Horacio, no Facundo).

No conozco a Santiago Mármol, me tranquiliza que no sea Alejandro Mármol, a quien sí conozco y me parece un tipo encantador. Sólo agradezco que Santiago Mármol no sea HOY un gran escritor con  obra completa encuadernada en cuero de vaca; estaríamos ante una estéril matanza de vacas.

Y para despedirme digo, que de todo lo que Mármol escribió, lo que más me gusta es AMALIA.

 

San Pedro 19 de abril de 2001

 

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