Panorama de la literatura argentina actual  

Por Jaime Barrios Carrillo 

 

La literatura argentina contemporánea se caracteriza, como en muchas otras partes del mundo, por tener más escritores que lectores; hecho que hace del lector un apreciado producto en el mercado. Los escritores argentinos se ven de esta manera enfrentados en una permanente lucha por el lector, lucha que parece no tener cuartel y a veces tampoco escrúpulos. El peor enemigo de un escritor argentino es otro escritor argentino. Un leviatan martinferriano, en palabras de Jorge Luis Saer, donde en vez de lobos hay escritores, aunque agrega ”son en realidad lobos disfrazados.” La produccion bovina del pais por otra parte, segun Master y Jhonsson, continua siendo la base de la economia y la literatura en las Pampas. Lo que en definitivas instancias a supeditado, superestructuralmente, la ficcion nacional: Argentina como un todo literario obedece mas a una literatura de pastores y gauchos que al afan existencial entre el ”el puerto y el mar”. La frase es supuestamente de  Martin Borges.

Casi sin excepción, suelen comenzar las obras escritas en la actualidad por escritores argentinos con prólogos ( larguísimos a veces) dirigidos a la conquista no del poder pero si del lector. Aprovechan los escritores argentinos, para hacer un resumen global de su propia obra en esos prólogos. La escacez de críticos obliga a ello. La critica se importa a precios muy elevados desde el mercado europeo y norteamericano donde las vacas argentinas valen cada vez menos. Cosas del desarrollo desigual y combinado y de la inalterable ley del precio decreciente de las materias primas frente a los productos industrializados. La critica e investigacion literaria en Buenos Aires no ha logrado pasar al estadio de la industrializacion, a la zaga de la produccion en masa de textos de ficcion_ entre estos debe contarse la actual Constitucion y leyes como la del Punto Final. Además los pocos críticos calificados del país argentino, sumido en una crisis económica que afecta directamente no sólo a la literatura sino también a la económía,  son también escritores y por lo general se dedican a escribir sobre su propia obra, algo que los lectores no han cuestionado hasta ahora, probablemente por la dimensión de sentido común de este hecho literario y social, y porque es evidentemente muy humano que sea así.

En un reporte publicado por el Instituto Argentino del Libro, se presentan análisis y conclusiones en torno a la situación de la literatura argentina actual ( el estudio está circunscrito espacial y mentalmente a la provincia de Buenos Aires); puede leerse en el capítulo segundo, página 9279 lo siguiente:

” El lector argentino tiene un precio de oro en la coyuntura literaria actual del país. Nunca como hoy se ha vuelto el lector, determinado por su escacez, tan determinante ( sic) en la creación y publicación de obras literarias. No importa el género, ni la especie. Por tal razón la definición del lector resulta a todas luces una condición literaria sine qua non para el escritor nacional.”

Datos de una encuesta realizada por un grupo de trabajo de la Academia Argentina de Letras y Artes Dramaticas ( parte de un universo estadístico de 1897 escritores)  indican  a las claras, la inmensa importancia que el escritor argentino da al lector. De los 1897 participantes en la encuesta, contestaron 1897 positivamente a la pregunta de que si deseaban aumentar el número de sus lectores.

Pasando a aspectos más analíticos y siempre siguiendo los datos aportados por la encuesta en mención (allá supra ) puede afirmarse categóricamente que el lector ideal del escritor argentino dista mucho del ”lector ideal o modelo” de Humberto Eco o del ”lector implícito” de Wolfang Iser. El modelo más cercano sería en todo caso  el ”lector informado” de Stanley Fish; pero no basta, los escritores argentinos van más allá. A la pregunta sobre la definición del lector contestó el 77% de los encuestados que el lector ”ideal” es aquel que tiene un doctorado en Literatura.Un 19.5 % se contenta en cambio, con el grado de licenciatura; el restante 3.5 % desea un lector con doble doctorado: doctor en literatura y también doctor en lingûística ( a este grupo del uno por ciento pertenecen curiosamente los escritores que más venden)  

En cuanto a las editoriales, puede decirse que constituyen a la postre, el único apoyo real del escritor argentino. Son como el ”dulce de leche” para el escritor. Ante la falta de estimulo estatal y holístico. Un ejemplo notable de la coyuntura tratada es un comunicado de la Organización Gremial de Editores y sus ” tres puntos para el desarrollo integral de los escritores argentinos” y propuesto al Gobierno Federal.

Punto UNO: Todo escritor que publique en el país tendrá derecho a ser considerado escritor nacional.

Punto DOS: El escritor que financie completamente la edición de su libro, tendrá derecho no sólo a utilizar el sello editorial y a un diploma de honor, sino también a un cinco por ciento de la edición, que se pagará en ejemplares del libro. Si el escritor decidiera a su vez vender la parte de ejemplares que le corresponde, la editorial recibirá el 50% de las ventas netas, como retribución por el uso del sello editorial.

Punto TRES: En virtud de la escacés de lectores y para promover la lectura de las obras nacionales, se propone la creación del la distinción honorífica: Lector del Año, que substituiría a la actual de Escritor del Año. El Premio Nacional de Literatura deberá también reestudiarse y adaptarse a las condiciones de la actualidad, donde el lector es el elemento dinámico; lo anterior conllevaría a la transformación de dicho premio en el Premio Nacional de Lectura.”

La Gremial considera que las medidas podrían imprimir un verdadero dinamismo al quehacer literario nacional y promover a la vez, con resultados previsibles al corto y tambien al infinito plazo, el aumento de lectores. Lo anterior crearía entonces las condiciones para un justo balance literario entre escritor/lector. Dicho desbalance coyuntural parece ser hoy en día la clave para entender la literatura argentina actual.

Por otro lado, las actividades extraliterarias del escritor argentino han sido objeto de interés de la conocida revista norteamericana Third world and art. En un artículo publicado recientemente se daba cuenta de la febril actividad extraliteraria dentro de los escritores del país. Se menciona sobretodo lo referido a reivindicaciones puramente gremiales, como por ejemplo la gran manifestación de los escritores que exigen al gobierno casa propia para poder escribir mejor, salario de escritor también para escribir mejor y exoneración de impuestos por las mismas dos razones anteriores. En una impresionante y ordenada concentración en la Plaza de Mayo, a donde concurríeron 300 000 escritores, el presidente de la Asociación de Escritores Argentinos llamó a todos los escritores del país a cerrar filas y continuar combativamente con las revindicaciones señaladas.

 

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